Hace mucho tiempo el amor se confundió, olvidó lo basto e infinito de su potencial, creyó que solo había una vía hacia la Reconexión y esa era donándose, más en su confusión dejo pasar un punto clave: la sincronicidad de los tiempos y el reflujo de la existencia.
Y fue así que se convirtió en un ser que brindaba demasiado, se expandía y con su magia todo lo tocaba, disfrutaba ver vibrar a quien con su encanto conectaba.
Más sin embargo una triste soledad se aproximaba y es que, aunque provocaba mucha felicidad, faltaba algo, tenía ausencia de sí.
Mucho tiempo se necesitó que pasara, muchas caricias el amor a su corazón daba sin entender que era lo que no funcionaba.
Hasta que el día con gloria llegó en el que el amor recordó cuan hermoso era amar y cuánto había esperado volverlo hacer para el mismo.
Y fue ahí donde se aclaró la confusión y dejo de ser su mayor temor, entro en si y la paz volvió a reinar en el Universo.
Las galaxias ya jamás volverían a dudar, del inconmensurable amor que habita en la existencia, pero sobre todo del gran amor que siempre habito dentro de ellas, aguardando retornar.
Y es así como una nueva historia se escribe para el amor y para todo aquel que quiera activar en su interior este nuevo registro, que invita a manifestar la fuente infinita que se crea al mantener al amor en movimiento, pero, sobre todo, hacia uno mismo ya que así el amor no se perderá jamás, porque sabrá dónde es su hogar.